El hecho de sobrecargar la lavadora puede parecer una manera de ahorrar en un primer momento, pero a la postre nos saldrá caro. Cargar en exceso la lavadora provocará que el lavado no sea eficaz por varios motivos:
- En primer lugar, si la ropa está metida a presión en el bombo, el jabón no podrá penetrar bien en los tejidos. Las prendas no tienen espacio para moverse y esto hace que el jabón y el agua no hagan su trabajo. La ropa se convertirá en un bloque que lo único que hará será dar vueltas y vueltas dentro del tambor. Lo más probable es que no se quiten las manchas.
- Por otra parte, la sobrecarga de la lavadora hará también que la ropa no se aclare bien. Esto puede resultar en una acumulación de detergente en los tejidos y hará que la ropa quede áspera y desarrolle malos olores.
- Asimismo, sobrecargar la lavadora hará que el centrifugado no sea completo e incluso puede ser que la lavadora no centrifugue en absoluto por exceso de carga. El ciclo de lavado también será más largo, ya que la máquina hará varios intentos de centrifugado y si no lo consigue parará por completo. Esto puede prolongar el ciclo de lavado más de 10 minutos. Si la lavadora no centrifuga, la ropa saldrá con muchísimo exceso de agua, y tardará en secarse mucho más tiempo.
RECOMENDACIONES PARA LAVADO ÓPTIMO
- Introduce en la lavadora la cantidad de ropa adecuada. Un truco para saber si la cantidad es correcta es introducir tu mano sobre la ropa. Si puedes tocar el fondo del bombo de la lavadora sin problemas, la carga de la lavadora es la recomendable. El espacio libre debe ser aproximadamente un cuarto del bombo.
- Antes de introducir la ropa en la lavadora, desdóblala y estírala. No introduzcas prendas grandes como edredones o mantas dobladas. Despliégalas totalmente antes y repártelas homogéneamente por el bombo.