¿Qué cosas no deberías meter en la secadora y por qué? Guía práctica para cuidar tus prendas
Cuando utilizas una lavandería autoservicio, la secadora es una de las herramientas más útiles para ahorrar tiempo y asegurarte de que tu ropa quede lista rápidamente. Sin embargo, no todo puede ir a la secadora. Meter artículos inadecuados puede no solo dañar tus prendas, sino también afectar el funcionamiento de las máquinas y, en algunos casos, incluso ser peligroso.
En este artículo te explicamos qué cosas deberías evitar meter en la secadora y cuáles son los motivos detrás de cada caso. De esta manera, podrás cuidar tus prendas y utilizar la secadora de forma eficiente y segura.
1. Prendas delicadas o con etiquetas que indiquen “no usar secadora”
La mayoría de las prendas incluyen etiquetas con instrucciones de cuidado. Si alguna indica “no usar secadora”, es mejor seguir esta recomendación. Algunas telas, como la seda, el encaje, las cortinas o ciertos tejidos sintéticos, son muy sensibles al calor. Al meterlas en la secadora, pueden encogerse, deformarse o incluso romperse.
¿Por qué? El calor puede afectar las fibras delicadas y, en algunos casos, hacer que pierdan su elasticidad o textura original.
¿Qué hacer? Revisa siempre las etiquetas antes de meter la ropa a la secadora. Si no estás seguro, seca esas prendas al aire para evitar problemas.
2. Ropa con decoraciones, apliques o estampados de plástico
¿Tienes una camiseta con estampados grandes o ropa con lentejuelas? Este tipo de prendas no son aptas para la secadora. Los adornos de plástico, las pegatinas térmicas o incluso ciertos bordados pueden derretirse o despegarse con el calor.
¿Por qué? El plástico y las decoraciones no soportan temperaturas altas y pueden derretirse, arruinando no solo la prenda, sino también dejando residuos en el tambor de la secadora.
¿Qué hacer? Opta por secar estas prendas colgándolas al aire. Si necesitas usar la secadora, colócala en un ciclo de temperatura baja y utiliza una bolsa de lavado especial.
3. Artículos con residuos de aceite o productos inflamables
La ropa que ha estado en contacto con aceites de cocina, gasolina o productos químicos inflamables nunca debe ir a la secadora. Aunque parezca que la prenda está limpia después del lavado, es posible que queden restos invisibles de estas sustancias, que pueden ser altamente inflamables.
¿Por qué? El calor de la secadora puede hacer que los residuos de estas sustancias se incendien, poniendo en riesgo la máquina y tu seguridad.
¿Qué hacer? Lava estas prendas varias veces con agua caliente para asegurarte de eliminar por completo cualquier residuo. Luego, déjalas secar al aire.
4. Zapatos, zapatillas y accesorios de goma
Es tentador meter tus zapatillas en la secadora después del lavado, pero esto puede causar problemas. La goma de las suelas o los accesorios de los zapatos no soporta bien el calor y puede deformarse.
¿Por qué? El calor debilita el caucho, deformándolo o incluso haciendo que se despegue. Además, el movimiento de los zapatos puede dañar el tambor de la máquina.
¿Qué hacer? Para secar los zapatos, retira las plantillas y colócalos en un lugar ventilado. También puedes usar papel absorbente dentro de los zapatos para acelerar el proceso de secado.
5. Almohadas y edredones con rellenos delicados
Aunque puede ser tentador meter tus almohadas y edredones en la secadora para secarlos rápidamente, esto puede dañar el relleno. Las plumas, fibras sintéticas o materiales delicados tienden a apelmazarse o perder su forma si no se secan adecuadamente.
¿Por qué? Las altas temperaturas pueden deformar el relleno, y el movimiento continuo puede hacer que las plumas o fibras se compacten en un solo lugar.
¿Qué hacer? Si decides secar estos artículos en la secadora, usa ciclos de baja temperatura y añade pelotas de secado para mantener el relleno uniforme.
6. Ropa de lana o cachemira
Las prendas de lana o cachemira son especialmente delicadas. Aunque sean cálidas y resistentes, no toleran bien el calor. Si metes estas prendas en la secadora, es probable que se encojan o pierdan su suavidad característica.
¿Por qué? El calor encoge las fibras naturales de la lana y la cachemira, lo que hace que las prendas se vuelvan más pequeñas e incómodas.
¿Qué hacer? Lava estas prendas a mano y déjalas secar en una superficie plana para mantener su forma original.
7. Ropa excesivamente mojada
Si la ropa está completamente empapada o no fue bien centrifugada en la lavadora, meterla en la secadora no es una buena idea.
¿Por qué? El exceso de agua puede sobrecargar la máquina, aumentando el tiempo de secado y forzando el tambor. Esto no solo afecta la eficiencia de la máquina, sino que también puede provocar daños.
¿Qué hacer? Antes de pasar la ropa a la secadora, asegúrate de que esté bien escurrida o centrifugada.
8. Prendas impermeables o resistentes al agua
Los artículos diseñados para repeler el agua, como chaquetas impermeables, mochilas o cortavientos, tampoco deberían ir a la secadora.
¿Por qué? El calor puede dañar el recubrimiento impermeable, volviendo inútil la protección contra el agua. Además, estas prendas suelen atrapar aire, lo que puede dañar el tambor de la secadora.
¿Qué hacer? Déjalas secar al aire, preferentemente colgadas en un lugar ventilado.
Consejos finales para un secado seguro y eficiente
- Lee siempre las etiquetas: Es la mejor forma de saber si una prenda es apta para la secadora.
- Usa ciclos adecuados: Si dudas, elige ciclos de baja temperatura para minimizar riesgos.
- No sobrecargues la secadora: Permitir que el aire caliente circule correctamente asegura un secado uniforme y cuida la máquina.
Recuerda que nuestra lavandería autoservicio está equipada con máquinas modernas diseñadas para ofrecerte el mejor cuidado, pero tus prendas y nuestra maquinaria estarán más seguras si sigues estas recomendaciones.